Ribagorza es una comarca del Pirineo aragonés donde Graus
es el centro neurálgico de la trufa negra de Huesca.
Es en este enclave donde nace Tru-feren, empresa familiar dedicada en cuerpo y alma a este excepcional y apreciado hongo.
En Tru-feren SL te ofrecemos una selección exclusiva de trufa negra fresca y congelada de la más alta calidad. Nuestro compromiso con la frescura y el sabor excepcional de nuestro producto te garantizará, tanto como distribuidor como restaurador, una plena satisfacción en calidad y sabor.
Como productor de trufa negra, sabemos que deseas que tu producto esté en las mejores manos y se valore como se merece. En Tru-feren estamos interesados en ofertarte la posibilidad de comprarte tu producción y dispensarte un trato personal y profesionalizado. Si tienes trufa negra lista para la venta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros
Los más de veinte años de dedicación a la innovación en el cultivo de la trufa en Graus, os garantizan la profesionalidad y experiencia necesarias para apoyaros en vuestras plantaciones truferas.
Tru-Feren, originaria de Graus, comarca de Ribagorza en Aragón (España) es una empresa profesionalizada en truficultura. Fundada con valores sólidos y una clara visión, la empresa ha crecido con una firme pasión por las trufas negras.
Nuestra misión es proveer trufas negras de calidad superior, promoviendo prácticas sostenibles y apoyando la comunidad de truficultores. Nos dedicamos a ofrecer productos excepcionales y a enriquecer la experiencia de truficultores y entusiastas.
Crecer en valores, aprendizaje y en desarrollar la truficultura de un modo innovador, de calidad y de sostenibilidad para obtener sus mejores frutos de nuestro trabajo: La trufa negra de Aragón.
Esta etapa abarca la siembra de las esporas de trufa y el cuidado de los árboles truferos (generalmente encinas o robles) bajo los cuales crecen las trufas. Es un proceso que requiere paciencia y conocimientos específicos en truficultura, incluyendo la preparación del suelo, el riego y el mantenimiento adecuado del hábitat del hongo.
En esta fase, se recolectan las trufas maduras, típicamente con la ayuda de perros adiestrados que pueden detectarlas bajo tierra. Luego de la recolección, las trufas se seleccionan cuidadosamente para asegurar su calidad, separando aquellas que están en su punto óptimo de madurez y calidad.
Las trufas recolectadas se limpian y pueden ser procesadas según su uso final. Esto puede incluir el secado, la congelación o la preparación para su venta fresca. En esta etapa se toman medidas para conservar la calidad, el sabor y el aroma característicos de la trufa.
Finalmente, las trufas son distribuidas a los consumidores, ya sean restaurantes, distribuidores o consumidores finales. En esta etapa se disfruta de la trufa en la gastronomía, donde su sabor y aroma únicos pueden ser apreciados en una variedad de platos y preparaciones culinarias.